No comprendo a la persona que cree en la perfección. Porque no creo en ella. En ese dilema, conozco a quienes suspiran por su amor verdadero y en cambio sonríen al féisbuc su felicidad con la actual relación, según, perfecta.
Mientras tanto, memoria del DF:
Recuerdo la escena en el Paseo de la Reforma, aún con maleta en mano, después de salir caminando a prisa del Cielito Querido.
Te extraño, amiga, a ti y al muffin de tequila, que ya no existe.